Evaluación: ese terrorífico MONSTRUO
- Álvaro Díaz
- 29 dic 2017
- 6 Min. de lectura
En una publicación anterior ya hacía algo de hincapié sobre esto, pero de nuevo vamos a analizarlo, esta vez en profundidad. ¿Qué significa evaluar? ¿Es lo mismo evaluar que calificar? Y lo más importante, ¿para qué sirven cada una de ellas?
Si hay algo que ha quedado claro a lo largo de la historia es que a todos no se nos da igual de bien las mismas cosas, de otro modo, nos habríamos extinguido hace mucho porque nos faltarían una barbaridad de sustratos importantes dentro de la sociedad. Einstein ya lo dijo en su día, y es que no podemos evaluar a todas las personas bajo el mismo prisma de una serie de conocimientos y habilidades concretas, que nosotros consideramos como algo estándar. A lo mejor el mejor de los filósofos, de los poetas, de los músicos, jamás lo será porque en su vida no se le dio la oportunidad de demostrar nada tan sólo porque suspendía Matemáticas. Dicen las leyendas urbanas que Einstein suspendía también las Matemáticas en la escuela, algo que ha resultado ser totalmente falso, pero sí es cierto que no daba pie con bola al tocar el violín. ¿Y si la música hubiera sido un conocimiento estándar determinante para saber si Einstein seguía estudiando? ¿Quién habría formulado la teoría de la relatividad, si el adolescente alemán hubiera tirado todo por la borda debido al empeño de endilgarle malas calificaciones? Como decía David Calle, todos somos únicos, y debemos encontrar qué es eso que nos hace especiales y aprovecharlo, pues nuestro futuro, y tal vez el de otros muchos dependa de ello.

Pero vamos al tema que nos compete, la Evaluación. Cabe mencionarla brevemente para que todos los alumnos de tu clase se pongan como un flan Dhul caducado, temblorosos y verdes. Ese terrible miedo que resulta del monstruo de las calificaciones. Porque no es lo mismo calificar que evaluar, y si queremos que nuestros alumnos sean más felices y estén menos preocupados, deberíamos hacer por abandonar el primer camino y hacer acopio del segundo.
Ya lo dijo Stenhouse en 1984: "Para evaluar hay que comprender. Cabe afirmar que las evaluaciones convencionales del tipo objetivo no van destinadas a comprender el proceso educativo. Lo tratan en términos de éxito y de fracaso. El profesor debería ser un crítico, y no un simple calificador." En base a esto, muchos docentes y pedagogos están totalmente en contra de la calificación numérica en base a una hoja de papel rellena de datos vomitados deprisa y corriendo. Y no me extraña. Personalmente aborrezco los exámenes porque desde siempre me he puesto muy nervioso en los mismos, y he conocido gente en mi misma situación a quienes les han surgido graves problemas a partir de esto (ataques de ansiedad y pánico ante los exámenes, mareos, vómitos, etc.). Ya basta de condenar los métodos de evaluación como si fueran monstruos a batir. La evaluación termina cuando derrotas al monstruo en el trabajo diario, en tu mejora de conocimientos paulatina. Desgraciadamente, la calificación empieza cuando termina ésta, en un interminable Día de la Marmota en el que siempre estás de exámenes.
Pero, ¿qué dice la ley al respecto?
Si ahondamos de forma sistemática en esta ley, encontramos varios puntos importantes. El primero de ellos es la conformación y estratificación de los criterios curriculares mediante siete competencias clave en el marco del Sistema Educativo Español, describiendo en qué consiste cada una de ellas:
Comunicación lingüística.
Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología.
Competencia digital.
Aprender a aprender.
Competencias sociales y cívicas.
Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.
Conciencia y expresiones culturales.
Siendo que cada una de ellas tiene un amplio grado de conceptos de evaluación, os incluiré unas infografías al final de la publicación de cada una de las siete, para que podáis echarle un vistazo de forma más dinámica. Ahora vamos con la parte que me resulta más interesante, el artículo 7.
Artículo 7. La evaluación de las competencias clave.
1. ...deberá tenerse en cuenta el grado de dominio de las competencias correspondientes [...] a través de procedimientos de evaluación e instrumentos de obtención de datos que ofrezcan validez y fiabilidad en la identificación de los aprendizajes adquiridos. Por ello, para poder evaluar las competencias es necesario elegir, siempre que sea posible, estrategias e instrumentos para evaluar al alumnado de acuerdo con sus desempeños en la resolución de problemas que simulen contextos reales, movilizando sus conocimientos, destrezas, valores y actitudes.
2. ...establecerse las relaciones de los estándares de aprendizaje evaluables con las competencias a las que contribuyen...
3. La evaluación debe estar integrada con la evaluación de los contenidos, en la medida en que ser competente supone movilizar los conocimientos, destrezas, actitudes y valores para dar respuesta a las situaciones planteadas, dotar de funcionalidad a los aprendizajes y aplicar lo que se aprende desde un planteamiento integrador.
4. Los niveles de desempeño de las competencias se podrán medir a través de indicadores de logro, tales como rúbricas o escalas de evaluación. [...] siempre que tengan en cuenta el principio de atención a la diversidad.
5. ...las medidas que sean necesarias para garantizar que la evaluación de las competencias del alumnado con discapacidad se realice de acuerdo con los principios de no discriminación y accesibilidad y diseño universal.
6. El profesorado debe utilizar procedimientos de evaluación variados para facilitar la evaluación del alumnado como parte integral del proceso de enseñanza y aprendizaje, y como una herramienta esencial para mejorar la calidad de la educación. Asimismo, es necesario incorporar estrategias que permitan la participación del alumnado en la evaluación de sus logros, como la autoevaluación, la evaluación entre iguales o la coevaluación. [...] En todo caso, los distintos procedimientos de evaluación utilizables, como la observación sistemática del trabajo de los alumnos, las pruebas orales y escritas, el portfolio, los protocolos de registro, o los trabajos de clase, permitirán la integración de todas las competencias en un marco de evaluación coherente.
7. Las evaluaciones externas [...] tendrán en cuenta, tanto en su diseño como en su evaluación los estándares de aprendizaje evaluable del currículo.
¿Qué significa todo esto, en resumen? Significa que se está evaluando mal, que desde la incorporación del nuevo marco de evaluación de la LOMCE, se está trayendo de cabeza a los alumnos basándonos en angustiosos métodos de evaluación de la época de Viriato y se ha dejado de tener en cuenta al alumno, muchas veces en pos de la comodidad o del hastío.
Si os fijáis, la propia Orden hace referencia a que se evaluarán los conocimientos mediante su aplicación más dinámica, evaluando contenidos, destrezas, valores y actitudes. También dice que debe estar planteada mediante un concepto integrador, así como respetar la Atención a la Diversidad en cualquier caso (usando las medidas que sean necesarias). Del mismo modo, habla de indicadores de logros, coevaluación, evaluación entre iguales así como una barbaridad de procedimientos de evaluación que van mucho más allá del viejo examen al que estamos acostumbrados en la mayoría de asignaturas. Algo tiene que cambiar.
¿Qué podemos hacer para arreglarlo?
Podemos empezar por el principio. Al multiplicar y heterogeneizar los métodos de evaluación, haremos que aquellos alumnos que no se sienten buenos haciendo exámenes dejen de tener tanto miedo, y también daremos pie a desarrollar una serie de capacidades creativas que pasan por la resolución de problemas y el proceso de aprender a aprender. Hemos visto muchos métodos de dar clases de forma alternativa (Flipped Classroom, Aprendizaje Cooperativo, ABPs, Gamificación) y todos ellos son aptos para desarrollar nuevos métodos de evaluación a partir de ellos. Sin embargo, y si no queréis comeros mucho la cabeza, aquí os dejo nada menos que quince herramientas para evaluar a los alumnos sin usar ni un boli ni un papel.

Como veis, las posibilidades son infinitas, de hecho tengo pendiente el crear un par de publicaciones dedicadas a aquellas que más uso (Google Forms y Kahoot) y puede que una serie de actualizaciones acerca de Class Dojo, recurso que me resulta terriblemente interesante y el cual me da rabia no haber podido aún trastear suficiente con él.
Por último, es fundamental basarnos en los procesos de autoevaluación, evaluación entre iguales y coevaluación. Por ello, hemos diseñado un par de rúbricas específicas de ejemplo para que esta clase de métodos puedan ir siendo tenidos en cuenta. Esta servirá para el Aprendizaje Basado en Proyectos de las cadenas tróficas que desarrollamos anteriormente en el Blog. La primera, una rúbrica de evaluación concreta servirá para evaluar bajo tu visión docente el trabajo del alumno en los distintos niveles del proyecto.

La segunda, por el contrario, es una rúbrica de coevaluación y autoevaluación hecha por medio de Google Forms, y servirá para que cada alumno evalúe el trabajo de su grupo y el de sí mismo. De este modo dispondrás de una visión mucho más completa acerca del esfuerzo llevado a cabo por el grupo y de la implicación de cada uno de los estudiantes que componen el mismo.
¡Disfrutadlo!
May the Serendipity be with you!
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